Desde mi juventud (hace mucho) siempre he tenido la necesidad de plasmar en fotografías toda la historia de mi vida, mis recuerdos. Asi he fotografiado mis viajes, mi familia, en fin, todo lo que me rodea.
Empecé con una Werlisa, luego una Minolta que compré en Melilla, toda una lista de máquinas para el recuerdo. Toda mi asignación me la gastaba en carretes y sus correspondientes revelados. Hasta llegué a instalar un laboratorio en casa para revelar sin gastar tanto.
Hice mis “pinitos” en video, cuando se puso a la venta las cámaras SONY y JVC (con su reproductor y cámara), pero no me enamoró tanto como la fotografía.
Hace unos años me he jubilado y tengo todo mi tiempo para dedicarme a mi gran afición de toda la vida, la fotografía.
No pretendo ser ningún “gurú” de la fotografía. Las fotografías las hago para poder disfrutarlas, porque cada fotografía cuenta una historia que me hace recordar donde se ha tomado, el entorno que tenía, las, a veces, dificultades para tomarla y es un placer poder contemplar y recordar todo eso en la tranquilidad de mi soledad, con mi familia y/o con mis amigos. 
Back to Top